” ¿Porque no los vacunan, porque vacunan a los presos o para que si ellos no están expuestos a nada?¿Que tristeza me da ver estas noticias más aún porque cada personal policial da la vida por la institución y así les pagan por Dios. Le pido al ministro González de la orden que vacunen a cada personal policial, ya se pasan de cómo lo usan a los policías” publicaron en un portal de la policía.
Locales24/05/2021
leonardo fernández acosta
La muerte el sargento de la policía de la provincia, William Fabián Bogado, de 34 años de edad en la mañana del lunes, puso nuevamente en discusión la prioridad de vacunación de grupos de riesgo de manera parcial.
El 9 de mayo del corriente año, Bogado, luego de realizarse hisopado de prevención por presentar síntomas, este arrojó resultado positivo a Covid-19 y fue alojado preventivamente en un Centro de Atención Sanitaria.
El pasado 17 de mayo fue trasladado al Hospital Interdistrital de la Contingencia “Evita”, donde alrededor de las 6:30 horas de este lunes se produjo su deceso.
La situación generó mucha indignación entre familiares y efectivos de la fuerza que lo expusieron en las redes sociales de los propios medios de la policía porque el suboficial de la policía que se desempeñaba en la zona 3 y abocado a los operativos de control en la pandemia.
La razón del enojo es que Bogado no había sido vacunado como se anunció desde el gobierno cuando dijeron que la policía y los trabajadores de salud afectados a las políticas sanitarias y se contagió en los primeros días del año.
En horas de la siesta, efectivos de la Zona 3 del Comando Radioeléctrico Policial, acompañados por el Comisario General Juan Moisés Villagra y el Comisario Mayor George Palacios, brindaron honores al Sargento Bogado, acompañándolo desde la Cochería Fernández hasta el Cementerio Municipal San Antonio.
En los comentarios del muro de la Radio FM, “Visión Formosa”, que pertenece a la policía, la quejas fueron similares, “Ahora dicen lamentamos quizás con la vacuna se hubiera evitado la verdad lo siento mucho”, “Dios y la virgen quiera que llegue la vacuna para la fuerza de seguridad”, “Que vergüenza”, “La hipocresía del gobierno primero los presos y los policías son inmune al virus”, “Deberían cuidar a los funcionarios policiales y la manera es vacunándolos están en el frente están expuestos pero no son cuidados como corresponde, es una pena lo que sucede en filas de nuestra policía sufre un desgaste tremendo ante la sociedad y además de eso no son cuidados los honores ya no sirven los acompañamientos ya no sirven, hay contagios y muertes que se podrían haber evitado. QEPD”.
En Formosa, la propiedad privada es una ficción sostenida por el poder. Una viuda de 79 años fue despojada de su casa familiar por una funcionaria ligada al gildismo. El caso involucra al periodista oficialista Hugo Soto, que esta vez probó en carne propia cómo el modelo también devora a los suyos.
Aunque el changuito formoseño figura entre los más baratos del país, el bolsillo local es uno de los más castigados. Los precios bajos no reflejan alivio, sino salarios miserables y una economía paralizada por la dependencia estatal. En Formosa, la inflación se disfraza de estabilidad mientras el consumo se hunde en el silencio del miedo y la pobreza estructural.
El acto de La Libertad Avanza en el Movistar Arena mostró la cara más contradictoria del oficialismo: militantes acarreados, exgildistas reciclados y un presidente más concentrado en su show que en reconstruir alianzas y confianza.
En el aniversario del ataque al Regimiento de Monte 29, la vicepresidenta Victoria Villarruel eligió compartir escenario con Gildo Insfrán y José Mayans. En lugar de homenajear a los caídos, el acto terminó convertido en una puesta política donde el llamado a la “unidad nacional” sonó más como un gesto de complacencia hacia el poder provincial que como un mensaje de reconciliación.
Un "estudio" milagroso revela que en Formosa los salarios ganaron a la inflación y la pobreza se redujo mágicamente. El truco: comparar lo incomparable, omitir lo inconveniente y bendecir las cifras hasta que confiesen lo que el poder quiere oír. Muracciole, rector y mago: donde la economía falla, su varita estadística trabaja. En sus aulas se enseña que dos más dos son lo que el gobierno necesite que sean
Con un sueldo mínimo provincial fijado en $880 mil, Insfrán y sus gremialistas festejan un “logro” que ni siquiera alcanza a cubrir la Canasta Básica Total en Argentina, hoy arriba del millón de pesos. Un aumento efímero que la inflación pulveriza y una claque sindical que aplaude el ajuste disfrazado de conquista.
En el aniversario del ataque al Regimiento de Monte 29, la vicepresidenta Victoria Villarruel eligió compartir escenario con Gildo Insfrán y José Mayans. En lugar de homenajear a los caídos, el acto terminó convertido en una puesta política donde el llamado a la “unidad nacional” sonó más como un gesto de complacencia hacia el poder provincial que como un mensaje de reconciliación.
La renuncia forzada de José Luis Espert sacudió al gobierno de Javier Milei y dejó un sabor amargo entre quienes alguna vez vieron en él una referencia liberal genuina. En Formosa, donde su voz había despertado entusiasmo en tiempos de censura política, su derrumbe simboliza el final de una ilusión y la confirmación de que el proyecto libertario perdió su rumbo moral.
El acto de La Libertad Avanza en el Movistar Arena mostró la cara más contradictoria del oficialismo: militantes acarreados, exgildistas reciclados y un presidente más concentrado en su show que en reconstruir alianzas y confianza.
Aunque el changuito formoseño figura entre los más baratos del país, el bolsillo local es uno de los más castigados. Los precios bajos no reflejan alivio, sino salarios miserables y una economía paralizada por la dependencia estatal. En Formosa, la inflación se disfraza de estabilidad mientras el consumo se hunde en el silencio del miedo y la pobreza estructural.
En Formosa, la propiedad privada es una ficción sostenida por el poder. Una viuda de 79 años fue despojada de su casa familiar por una funcionaria ligada al gildismo. El caso involucra al periodista oficialista Hugo Soto, que esta vez probó en carne propia cómo el modelo también devora a los suyos.
