Si bien, no tuvo palabras como “resistencia” o “Acá no se rinde nadie”, el mandatario intuye que la posición con el presidente electo, no debe ser de confrontación directa como lo fue con el ex presidente sino de expectativa.
Locales21/11/2023
leonardo fernández acosta
Luego del resultado del ballotage, donde se conoció que Javier Milei fue electo como el nuevo presidente de la Nación, el gobernador Gildo Insfrán se reunió con todos los intendentes y presidentes de Comisiones de Fomento para analizar el resultado electoral y establecer nuevas líneas de trabajo en la provincia.
“Analizamos los resultados de las últimas elecciones y les agradecí por los resultados obtenidos que son fruto de un equipo consolidado”, expresó Insfrán a través de un posteo en sus redes sociales.
Para los medios oficiales y no oficiales, la imágen que intentó transmitires la de tranquilidad, montandosé a los resultados en la provincia de Formosa pero lo cierto es que lo que Insfrán le habría comunicado a los intendentes es que se viene un ajuste en fondos nacionales y la paralización de la obra pública de manera casi permanente, algo que ya venía ocurriendo desde hace varios meses pero a lo cual ningún funcionario del gobierno provincial o el propio gobernador, hacía mención.
Si bien, no tuvo palabras como “resistencia” o “Acá no se rinde nadie”, el mandatario intuye que la posición con el presidente electo, no debe ser de confrontación directa como lo fue con el ex presidente, Mauricio Macri, sino de expectativa.
Si anticipó (solo para los propios) que habrán ajustes y que la plata que se despilfarró durante todo el año, se verá reducida por obvias razones del cambio en el gobierno nacional.
La bronca dejó de ser un rumor para convertirse en un grito. En todo el país se repite la misma frase: “Soy peronista, no ciego”. Mientras el pueblo se cansa de los privilegios eternos, en Formosa Insfrán sigue reinando con el voto cautivo de un pueblo que todavía no se anima a romper sus cadenas.
En Formosa, la propiedad privada es una ficción sostenida por el poder. Una viuda de 79 años fue despojada de su casa familiar por una funcionaria ligada al gildismo. El caso involucra al periodista oficialista Hugo Soto, que esta vez probó en carne propia cómo el modelo también devora a los suyos.
Aunque el changuito formoseño figura entre los más baratos del país, el bolsillo local es uno de los más castigados. Los precios bajos no reflejan alivio, sino salarios miserables y una economía paralizada por la dependencia estatal. En Formosa, la inflación se disfraza de estabilidad mientras el consumo se hunde en el silencio del miedo y la pobreza estructural.
El acto de La Libertad Avanza en el Movistar Arena mostró la cara más contradictoria del oficialismo: militantes acarreados, exgildistas reciclados y un presidente más concentrado en su show que en reconstruir alianzas y confianza.
En el aniversario del ataque al Regimiento de Monte 29, la vicepresidenta Victoria Villarruel eligió compartir escenario con Gildo Insfrán y José Mayans. En lugar de homenajear a los caídos, el acto terminó convertido en una puesta política donde el llamado a la “unidad nacional” sonó más como un gesto de complacencia hacia el poder provincial que como un mensaje de reconciliación.
Un "estudio" milagroso revela que en Formosa los salarios ganaron a la inflación y la pobreza se redujo mágicamente. El truco: comparar lo incomparable, omitir lo inconveniente y bendecir las cifras hasta que confiesen lo que el poder quiere oír. Muracciole, rector y mago: donde la economía falla, su varita estadística trabaja. En sus aulas se enseña que dos más dos son lo que el gobierno necesite que sean
La renuncia forzada de José Luis Espert sacudió al gobierno de Javier Milei y dejó un sabor amargo entre quienes alguna vez vieron en él una referencia liberal genuina. En Formosa, donde su voz había despertado entusiasmo en tiempos de censura política, su derrumbe simboliza el final de una ilusión y la confirmación de que el proyecto libertario perdió su rumbo moral.
El acto de La Libertad Avanza en el Movistar Arena mostró la cara más contradictoria del oficialismo: militantes acarreados, exgildistas reciclados y un presidente más concentrado en su show que en reconstruir alianzas y confianza.
Aunque el changuito formoseño figura entre los más baratos del país, el bolsillo local es uno de los más castigados. Los precios bajos no reflejan alivio, sino salarios miserables y una economía paralizada por la dependencia estatal. En Formosa, la inflación se disfraza de estabilidad mientras el consumo se hunde en el silencio del miedo y la pobreza estructural.
En Formosa, la propiedad privada es una ficción sostenida por el poder. Una viuda de 79 años fue despojada de su casa familiar por una funcionaria ligada al gildismo. El caso involucra al periodista oficialista Hugo Soto, que esta vez probó en carne propia cómo el modelo también devora a los suyos.
La bronca dejó de ser un rumor para convertirse en un grito. En todo el país se repite la misma frase: “Soy peronista, no ciego”. Mientras el pueblo se cansa de los privilegios eternos, en Formosa Insfrán sigue reinando con el voto cautivo de un pueblo que todavía no se anima a romper sus cadenas.
