José Víctor Fernández es una protegido del gobernador Insfrán y a pesar de haber sido condenado por malversación entre otros cargos penales cuando fue titular de la UGL Formosa, goza de impunidad como Director del Hospital de Ingeniero Juárez.
La "lluvia" de tomógrafos no puede suplir la falta de recursos humanos, las malas condiciones laborales con sueldos de hambre y el sostenimiento escandaloso de profesionales denunciados y condenados.
La investigación fue desarrollada por la Fiscalía Federal N°1 de Formosa, a cargo de Marisa Vázquez -quien también intervino en el debate oral-, junto a la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos Cometidos en el ámbito de actuación del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados y su Programa de Atención Médica Integral (UFI-PAMI), que encabeza el fiscal federal Javier Arzubi Calvo. El gobierno de Formosa, nombró a Fernández, aún cuando se encontraba procesado en la causa, frente al Hospital de Ingeniero Juárez y aún lo sostiene en el cargo.
Cerca de 3 millones de pesos en la contratación del grupo Ráfaga, 500 mil pesos en Champagne Don Perignon Luminoso, entre otros muchos gastos en un festejo en la Sociedad Rural.
El ministro Ibáñez intenta culpar al contexto nacional por la caída del consumo y la crisis económica, pero evita hacerse cargo de un modelo provincial dependiente, sin desarrollo productivo ni empleo genuino, que tras décadas de gestión dejó a Formosa atada a la coparticipación, la obra pública y el relato.
Mientras en el Conurbano matan por una mochila, Formosa celebra acuerdos de "cooperación" con ese mismo modelo. La pregunta es inevitable: ¿qué se puede aprender de quien ha fracasado en lo esencial? No se trata de buscar soluciones, sino de blindar relatos y eludir responsabilidades
Su historia de esfuerzo y capacidad es real. El sistema la formó con herramientas de vanguardia, pero le negó el mapa para navegar el mercado global que ansía sus habilidades. Mientras el IPF celebra su graduación, miles de ofertas laborales remotas y bien remuneradas pasan, invisibles, frente a sus ojos.
Argentina enfrenta su momento de verdad: o flexibiliza un mercado laboral que genera exclusión o sigue protegiendo rigideces que ya solo benefician a minorías. La reforma llega tarde, es imperfecta, pero es ineludible. El statu quo fue una condena para millones de informales y jóvenes sin futuro.
Otra vez Muracciole intenta vender como ‘éxito económico’ un derrumbe estadísticamente imposible de la pobreza y la indigencia, apoyándose en números oficiales que no resisten ni el análisis histórico ni la realidad cotidiana de Formosa. Vocero técnico de un relato que borra la pobreza en los números mientras la deja intacta en la calle
