Hoy se realiza una marcha por las imágenes que se difundieron en las redes sociales de un niño arrojando un gato por los aires. La familia denuncia acoso de “mascoteros”, amenazas y un procedimiento judicial irregular.
Locales08/05/2024
leonardo fernández acosta
Las imágenes impactantes de un niño maltratando a un gato se hicieron virales un par de semanas atrás. La indignación de la gente y grupos “mascoteros” no se hizo esperar pidiendo a la justicia que intervenga.
Además, convocaron a una marcha para hoy miércoles 8 de mayo, a partir de las 10 horas en la plaza San Martin frente a Correo Argentino pidiendo intervención la del Estado en el caso y que se “activen los protocolos” en favor del niño y su familia.
Para A.D.Y.R.A, una de las asociaciones que convoca la movilización, «los organismos competentes están trabajando con lentitud en el caso, es por esto que convocamos la presencia del voluntariado, rescatistas y toda persona que se quiera sumar para pedir justicia por Michina y que activen el protocolo de asistencia al menor en estado de vulnerabilidad».
Separan a la criatura de su familia
Justo este martes, un día antes de la marcha, el juez Rubén Spessot, ordenó un allanamiento en la casa de la familia del niño, lo hizo subrogando a la jueza de menores, Silvana Adalid Jarzynski, quien se excuso por conocer a los involucrados.
La criatura de 11 años, fue separada de la familia y trasladada a un hogar del estado, previa sesión con un psicólogo y una trabajadora social de minoridad, que rápidamente concluyeron que sus actitudes eran un mensaje “pidiendo ayuda”.
Por su parte la familia del niño involucrado, denunció que el procedimiento fue irregular, que no se respetaron los derechos del niño tomando una medida desproporcionada como es separarlo de manera traumática de su núcleo familiar y que también viene siendo blanco de acoso y amenazas desde que se hizo público el video y que la justicia en las redes sociales.
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Los nuevos datos del Consejo de Mayo no solo confirman el ajuste: revelan la fragilidad estructural del insfranismo. Con las transferencias desplomadas, el empleo estatal en crisis y la educación sin fondos, Formosa enfrenta su peor escenario: un Estado gigante sin recursos y un sector privado inexistente.
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