
La quinta de la diputada Neme fue salvajemente vandalizada: responsabiliza al gobierno y a Pablo Sosa
El lugar queda en El Perdido, cerca del Barrio Nanqom en el inicio de la ruta 81.
El lugar queda en El Perdido, cerca del Barrio Nanqom en el inicio de la ruta 81.
La Policía de Formosa volvió a actuar como sabe: con opacidad, despliegue excesivo y nulo respeto por la transparencia. Mientras intenta descalificar al periodismo que investiga, se hunde en un descrédito irreversible, marcado por el historial de causas fraguadas, testigos falsos y operativos turbios. Nada en su versión oficial resiste el menor análisis. Y ya nadie les cree una sola palabra.
Mientras una jueza permanece internada y la Justicia guarda silencio, el ministro Jorge González y el diputado Hugo “Carlín” Insfrán se exhiben sonrientes en redes sociales, musicalizados con humor negro. La foto, lejos de transmitir alegría, confirma la insensibilidad y el blindaje de una casta política que se burla del pueblo y de sus propios excesos.
La impunidad se quedará sin fueros: la Corte Suprema confirmará la condena a Cristina Kirchner por corrupción y allanará el camino a su detención. Se acabaron los discursos, las operaciones y el blindaje político. El final del relato ya no es épico: es judicial.
En un reino donde el poder se protege más que la vida, una mujer noble se atrevió a sobrevivir a los golpes del hermano del rey. Lo enfrentó, lo hirió, y por eso fue desterrada y declarada loca. Todos lo supieron, pero nadie habló: en este Reino, la verdad es más peligrosa que el crimen.
Mientras el poder político entierra los hechos en silencio y encubre a los suyos con maniobras institucionales, gran parte del periodismo local elige callar o maquillar la realidad. Así, muchos periodistas han preferido disfrazar su autocensura bajo el ropaje de la “responsabilidad profesional” o la moderación “frente al micrófono”, cuando en realidad lo único que protegen es la continuidad de los fondos que los mantienen a flote.