
Gildo Insfrán: los manejos irregulares de fondos públicos ya son un escándalo a nivel nacional
Los documentos incluyen órdenes de pago, liquidaciones y registros financieros que expondrían un sistema de clientelismo político.
Los documentos incluyen órdenes de pago, liquidaciones y registros financieros que expondrían un sistema de clientelismo político.
El Diputado Provincial por la UCR Juan Carlos Amarilla denunció que en el Balance 2021 del Partido Justicialista de Formosa aparecen el jefe y el subjefe de la policía como aportantes económicos de la campaña política del mencionado partido.
El diputado provincial que simuló un hisopado al no parar en los controles de Mansilla, se sintió confiado en el resultado de las PASO y las generales.
La caja chica de Vialidad vuelve a abrirse con moño azul. Mientras Javier Milei brama en conferencias sobre la “casta política”, en Formosa su partido pacta con lo más rancio del aparato feudal. La salida forzada del ingeniero Víctor Padilla de la jefatura de Vialidad Nacional es un caso paradigmático: se va un funcionario que mantuvo operativa la estructura vial con escasos recursos y entra Hernán Ramis, un cuadro del gildismo reciclado por la vía rápida de la impunidad.
Ampollas de fentanilo incautadas en Formosa: una droga 100 veces más potente que la morfina, cruzando la frontera en una encomienda
Mientras la localidad enfrenta índices alarmantes de pobreza, falta de infraestructura y abandono sanitario, su intendente Adolfo Pérez promete “voto cautivo” para Gildo Insfrán y asegura que en Pozo del Mazo “todos viven dignamente”. El manual del servilismo institucional, en su versión más grotesca.
El intendente Mario Brignole juega al macho montado con rebenque en mano para amedrentar a la oposición, pero tiembla de miedo cuando el Ejército anuncia maniobras en su camping. Gaucho para agredir mujeres, pero cobarde cuando no controla los uniformes. La síntesis perfecta del modelo formoseño: bravuconería para los débiles, sumisión ante el poder real.
Los trasladan como ganado, pero les prometen libertad. Viajan en un camión volcador hacia un acto político, creyendo que participan de la democracia, cuando en realidad son piezas de un sistema perverso que los condena, una y otra vez, a votar por quienes los mantienen pobres, dependientes y callados. No es una movilización: es una humillación institucionalizada.