La máxima categoría dentro de la fuerza en el Chaco, cobra $375 mil, segundo monto superior en la región, precediendo a Formosa, donde las y los agentes de esa categoría tienen un salario de $450 mil pesos.
Locales06/11/2022
leonardo fernández acosta
La ministra de Seguridad y Justicia del Chaco, Gloria Zalazar, se refirió a la apuesta de la provincia en materia de sueldos y dijo a Agencia FOCO que “los salarios de la Policía, son similares al resto de los salarios de la administración pública”, y expresó que “desde el Gobierno provincial tratamos de mantener el nivel salarial de forma tal que le vaya ganando a la inflación”.
Zalazar recordó que una de las políticas para sostener el nivel salarial son los acuerdos con entidades bancarias, como el Nuevo Banco del Chaco, que “ofrece promociones y alternativas para sanear los salarios”.
Estas declaraciones se desprenden de un informe desarrollado por el contador y senador correntino Martín Barrionuevo, en el que expone que los salarios de las personas que integran la fuerza policial varían entre provincias, con diferencias de $28.000 a $247.000.
Barrionuevo detalló que un Suboficial Mayor de Chaco gana más que el Comisario General en Corrientes y que un Sargento, en Chaco o Formosa gana más que un Suboficial Mayor en la provincia correntina.
Con este paralelismo, el contador mostró las diferencias salariales de las y los agentes policiales de estas tres provincias de la región Nordeste.
El salario inicial de las y los policías del Chaco es de $117 mil pesos para un cabo, mientras que el salario de un cabo primero asciende a $126 mil pesos. Un Suboficial Mayor cobra $207 mil pesos.
Por otra parte, el informe detalla que el último mes, un Oficial Subayudante cobró $120 mil pesos y un Comisario General, máxima categoría dentro de la fuerza, cobra $375 mil, segundo monto superior en la región, precediendo Formosa, donde las y los agentes de esa categoría tienen un salario de $450 mil pesos.
La jura de suplentes en la Constituyente terminó exhibiendo al radicalismo dividido, con un oficialismo que capitalizó la confusión y un Juan Carlos Leguizamón que, molesto y desplazado, acusó a sus correligionarios de traicionarlo para no quedar pegados al gildismo
En Formosa, la operadora Patricia García —ligada al diputado Gerardo González— habría replicado el esquema de coimas que estalló en Chaco y en el ANDIS: aprietes a prestadores del PAMI, descuentos compulsivos a empleados y manejos turbios de fondos públicos. Lo que en otras provincias ya llegó a la Justicia, aquí sigue siendo un secreto a voces, protegido por la impunidad. Con la nueva conducción de LLA en manos de Atilio Basualdo, Gabriela Neme y Francisco Paoltroni, la incógnita es si habrá denuncias o si la corrupción seguirá bajo la alfombra.
La Convención Constituyente de Formosa aceptó en bloque las renuncias de cinco opositores y expulsó a Francisco Paoltroni, en un nuevo capítulo de obediencia ciega al régimen. Lo que debería ser un espacio de debate se transformó en la caricatura de una institución democrática, donde disentir con Insfrán equivale a cometer “traición a la provincia”.
José Mayans es el retrato de la decadencia política formoseña: un senador que pasó más de dos décadas vegetando en el Congreso, incapaz de articular un discurso serio y que, como presidente del bloque kirchnerista, solo sabe regalar papelones. Su última hazaña: una agresión verbal cargada de violencia de género contra la candidata Virginia Gallardo, a quien calificó de “tonta” y “estúpida”, confirmando que el feudo de Insfrán produce legisladores mediocres, vulgares y violentos.
El fallo de Corrientes que desnuda cómo Insfrán usa la ley provincial para blindarse, mientras habla de superávit y avanza sobre la propiedad privada sin todavía haber modificado la Constitución Provincial. Le recordaron a los jueces militantes que la Corte Suprema ya había establecido que los tribunales provinciales no deben revisar el fondo de los fallos de otras jurisdicciones, sino simplemente garantizar su ejecución.
Gerardo “Quini Seis” González, el diputado que ni Milei quería mostrar, pasó de libertario trucho a traidor profesional: acomodó amantes, vendió remeras al Estado, se entregó a Insfrán y ahora juega a la extorsión política para estirar su vida útil de parásito con fueros.
Gerardo “Quini Seis” González, el diputado que ni Milei quería mostrar, pasó de libertario trucho a traidor profesional: acomodó amantes, vendió remeras al Estado, se entregó a Insfrán y ahora juega a la extorsión política para estirar su vida útil de parásito con fueros.
La Convención Constituyente de Formosa aceptó en bloque las renuncias de cinco opositores y expulsó a Francisco Paoltroni, en un nuevo capítulo de obediencia ciega al régimen. Lo que debería ser un espacio de debate se transformó en la caricatura de una institución democrática, donde disentir con Insfrán equivale a cometer “traición a la provincia”.
En Formosa, la operadora Patricia García —ligada al diputado Gerardo González— habría replicado el esquema de coimas que estalló en Chaco y en el ANDIS: aprietes a prestadores del PAMI, descuentos compulsivos a empleados y manejos turbios de fondos públicos. Lo que en otras provincias ya llegó a la Justicia, aquí sigue siendo un secreto a voces, protegido por la impunidad. Con la nueva conducción de LLA en manos de Atilio Basualdo, Gabriela Neme y Francisco Paoltroni, la incógnita es si habrá denuncias o si la corrupción seguirá bajo la alfombra.
La jura de suplentes en la Constituyente terminó exhibiendo al radicalismo dividido, con un oficialismo que capitalizó la confusión y un Juan Carlos Leguizamón que, molesto y desplazado, acusó a sus correligionarios de traicionarlo para no quedar pegados al gildismo
En medio de la décima sesión constituyente, el convencional dejó plantados a Gabriela Neme y a la militancia de Nuevo País para crear su bloque unipersonal. Con acusaciones de “negociar solo” con el oficialismo, Servín quedó señalado como el nuevo ejemplo de cooptación política en Formosa.
