En el hospital central, le comunicaron a un enfermero emblemático de emergencias de muchos años de desempeño laboral comprometido, que había tenido algunas publicaciones favorables a la campaña de Milei. De la misma manera ocurrió con algunos enfermeros que se desempeñaban en el área de quirófanos.
Locales02/01/2024
leonardo fernández acosta
Personal contratado, algunos con algunos años y otros con más de diez años de servicio en varios hospitales, fueron llamados para comunicarles que prescindirían de sus servicios y que no renovarían sus contratos. Los afectados tienen cinco días para reclamar formalmente.
El Ministerio de Desarrollo Humano, comunicó a empleados contratados y jornalizados que a partir de este año, prescindirían de sus servicios y a través de los encargados de personal, la comunicación llegó verbalmente.
Según manifestó la diputada provincial por Nuevo País, Gabriela Neme, “Si al personal de la provincia por la Ley 787 de la Carrera Sanitaria, le renuevan dos veces el contrato, deberían pasar a ser empleados de planta permanente y aquellos que hayan sido desplazados de su lugar de trabajo tienen cinco días para hacer los reclamos correspondientes”.
Los despidos se dieron en el Hospital Distrital N° 8, en el Interdistrital Evita y en el Hospital Central, con la particularidad que se trata de personas que no demostraron en la campaña de Insfrán la suficiente lealtad a la causa.
De hecho, hay médicos con 12 años de desempeño y jornalizados en esa misma cantidad de años y enfermeros con la misma o mayor cantidad de años en hospitales, considerados irreemplazables.
En el hospital central, le comunicaron a un enfermero emblemático de emergencias de muchos años de desempeño laboral comprometido, que había tenido algunas publicaciones favorables a la campaña de Milei. De la misma manera ocurrió con algunos enfermeros que se desempeñaban en el área de quirófanos.
Este miércoles, la diputada Neme, invitó a todos los que se animen a acercarse a su estudio jurídico para formalizar los planteos ante la violación de la Ley de la Carrera Sanitaria.
La Convención Constituyente de Formosa aceptó en bloque las renuncias de cinco opositores y expulsó a Francisco Paoltroni, en un nuevo capítulo de obediencia ciega al régimen. Lo que debería ser un espacio de debate se transformó en la caricatura de una institución democrática, donde disentir con Insfrán equivale a cometer “traición a la provincia”.
José Mayans es el retrato de la decadencia política formoseña: un senador que pasó más de dos décadas vegetando en el Congreso, incapaz de articular un discurso serio y que, como presidente del bloque kirchnerista, solo sabe regalar papelones. Su última hazaña: una agresión verbal cargada de violencia de género contra la candidata Virginia Gallardo, a quien calificó de “tonta” y “estúpida”, confirmando que el feudo de Insfrán produce legisladores mediocres, vulgares y violentos.
El fallo de Corrientes que desnuda cómo Insfrán usa la ley provincial para blindarse, mientras habla de superávit y avanza sobre la propiedad privada sin todavía haber modificado la Constitución Provincial. Le recordaron a los jueces militantes que la Corte Suprema ya había establecido que los tribunales provinciales no deben revisar el fondo de los fallos de otras jurisdicciones, sino simplemente garantizar su ejecución.
Gerardo “Quini Seis” González, el diputado que ni Milei quería mostrar, pasó de libertario trucho a traidor profesional: acomodó amantes, vendió remeras al Estado, se entregó a Insfrán y ahora juega a la extorsión política para estirar su vida útil de parásito con fueros.
En Formosa, los auditores que nunca auditaron vuelven a escena: Graciela de la Rosa y Fabián Cáceres, con pasado inactivo en la AGN y en el control del transporte municipal, son hoy candidatos del gildismo a diputados nacionales. La provincia donde ningún organismo controla nada, ni a nadie.
Con un radicalismo resignado a inmolar a uno de los suyos y un peronismo que difícilmente supere los 200 mil votos en unas nacionales donde el aparato no juega igual que en las provinciales, todo indica que la mayor parte de los 100 mil sufragios opositores migrarán por voto útil hacia La Libertad Avanza, que se encamina a ser primera minoría aunque siga actuando como el cornudo: el único que no se entera.
Con un radicalismo resignado a inmolar a uno de los suyos y un peronismo que difícilmente supere los 200 mil votos en unas nacionales donde el aparato no juega igual que en las provinciales, todo indica que la mayor parte de los 100 mil sufragios opositores migrarán por voto útil hacia La Libertad Avanza, que se encamina a ser primera minoría aunque siga actuando como el cornudo: el único que no se entera.
Gerardo “Quini Seis” González, el diputado que ni Milei quería mostrar, pasó de libertario trucho a traidor profesional: acomodó amantes, vendió remeras al Estado, se entregó a Insfrán y ahora juega a la extorsión política para estirar su vida útil de parásito con fueros.
El fallo de Corrientes que desnuda cómo Insfrán usa la ley provincial para blindarse, mientras habla de superávit y avanza sobre la propiedad privada sin todavía haber modificado la Constitución Provincial. Le recordaron a los jueces militantes que la Corte Suprema ya había establecido que los tribunales provinciales no deben revisar el fondo de los fallos de otras jurisdicciones, sino simplemente garantizar su ejecución.
José Mayans es el retrato de la decadencia política formoseña: un senador que pasó más de dos décadas vegetando en el Congreso, incapaz de articular un discurso serio y que, como presidente del bloque kirchnerista, solo sabe regalar papelones. Su última hazaña: una agresión verbal cargada de violencia de género contra la candidata Virginia Gallardo, a quien calificó de “tonta” y “estúpida”, confirmando que el feudo de Insfrán produce legisladores mediocres, vulgares y violentos.
La Convención Constituyente de Formosa aceptó en bloque las renuncias de cinco opositores y expulsó a Francisco Paoltroni, en un nuevo capítulo de obediencia ciega al régimen. Lo que debería ser un espacio de debate se transformó en la caricatura de una institución democrática, donde disentir con Insfrán equivale a cometer “traición a la provincia”.
