Que alguien le avise al gobernador que si los números siguen mejorando, pronto tendremos un dilema: o el mandatario admite que algo está yendo bien (¡herejía!), o inventa una teoría conspirativa donde el IERAL es un brazo clandestino del libertarismo. En todos los años de kirchnerismo nunca en Formosa bajó tanto la morosidad.
Locales19/06/2025
leonardo fernández acosta
En un giro cósmico de ironía política, la provincia de Formosa, esa misma que el gobernador Gildo Insfrán pinta como víctima sacrificial del "ajuste salvaje" de Milei, acaba de protagonizar un milagro económico. O al menos eso sugieren los aburridos números del IERAL NEA, esos mismos que el oficialismo provincial ignora con devoción religiosa.
El crédito crece en una de las provincias más pobres
Mientras Insfrán repite como mantra que "Milei asfixia a las provincias", los préstamos en Formosa decidieron hacerle una jugarreta: se dispararon un 122,4%. Sí, leyó bien. Más del doble. Parece que alguien olvidó avisarle a los bancos que debían "colapsar" por orden presidencial.
Y por si fuera poco, la morosidad se desplomó un 64,7%, la caída más espectacular del NEA. Claro, para el relato opositor, esto debe ser un "error de tipeo" o en el peor de los casos una "maniobra del capital financiero y especulador"
El sector servicios: otro traidor al relato
Aquí viene lo mejor: el sector servicios, ese mismo que según Insfrán agoniza por las políticas nacionales, se infló un 278,5% en préstamos. Bares, comercios y hasta el kiosco de la esquina parecen haberse contagiado de una peligrosa epidemia de optimismo alucinado.
Qué raro. Uno casi esperaría ver pancartas de "Gracias, Milei" en la costanera de Formosa. Pero no. En su lugar, hay declaraciones provinciales atribuyendo el crecimiento a "la resistencia peronista". Porque, claro, cuando los números son malos, es culpa de Buenos Aires; y cuando son buenos, es mérito local.
Insfrán vs. La Realidad: Round 1
Mientras el gobernador insiste en que Formosa "se hunde", los datos muestran:
Más crédito (¿no que no había plata?).
Menos morosidad (¿no que la gente no podía pagar?).
Sectores dinamizados (¿no que todo estaba paralizado?).
Quizás el verdadero ajuste es el que sufre la coherencia en el discurso gildista.
Fuente: Informe que el gobierno provincial probablemente archivó en un cajón. IERAL NEA, junio 2025.
En Formosa, familias enteras denuncian intentos de homicidio y ataques incendiarios por militar fuera del oficialismo. La justicia se mueve lento, la policía mira hacia otro lado y el poder político guarda silencio. La impunidad no es casual: es el verdadero mensaje de un régimen que castiga con fuego a quienes se atreven a pensar distinto.
El discurso de Camilo Orrabalis es pura escenografía: hospitales sin médicos, pasillos llenos de pacientes que esperan horas, derivaciones sistemáticas a clínicas privadas socias del poder y un sistema que se sostiene en la propaganda más que en la atención real. El “Estado presente” que declama solo existe en las fotos y en los actos; en la vida cotidiana, el modelo formoseño es abandono sanitario con maquillaje electoral.
La ex militante gildista reciclada en radical, Bianca Capeletti Puyo, pretende erigirse en guardiana de la ética y la moral mientras reparte amenazas judiciales a periodistas. Con ínfulas de superioridad, ahora sueña con una candidatura en 2027 apadrinada aparentemente por Juan Carlos Amarilla, borrando de la memoria su pasado al lado de los Insfrán.
Mientras la producción citrícola de Formosa ronda apenas las 14 a 19 mil toneladas anuales y está lejos de ser líder nacional, el diputado Ramiro Fernández Patri celebra un festival financiado con recursos públicos —con cachés millonarios para artistas nacionales como Nicki Nicole— como si fuese la prueba viva del “modelo productivo” de Gildo Insfrán.
La convencional Valeria Ruth Méndez defendió con entusiasmo las reformas al Poder Judicial en la nueva Constitución provincial. Paradójicamente, nunca ejerció como abogada ni litigó en los tribunales locales: es empleada del Poder Legislativo. El episodio expone el circo de una Convención donde la improvisación y la obediencia política reemplazaron a la experiencia real.
Una auditoría en la ANSES de Clorinda destapó un esquema de jubilaciones irregulares otorgadas a paraguayos, con domicilios falsos y servicios inexistentes. Más que un fraude administrativo, la maniobra muestra cómo el “modelo formoseño” convierte los beneficios sociales en una maquinaria para importar votos y sostener al poder.
La convencional Valeria Ruth Méndez defendió con entusiasmo las reformas al Poder Judicial en la nueva Constitución provincial. Paradójicamente, nunca ejerció como abogada ni litigó en los tribunales locales: es empleada del Poder Legislativo. El episodio expone el circo de una Convención donde la improvisación y la obediencia política reemplazaron a la experiencia real.
Mientras la producción citrícola de Formosa ronda apenas las 14 a 19 mil toneladas anuales y está lejos de ser líder nacional, el diputado Ramiro Fernández Patri celebra un festival financiado con recursos públicos —con cachés millonarios para artistas nacionales como Nicki Nicole— como si fuese la prueba viva del “modelo productivo” de Gildo Insfrán.
La ex militante gildista reciclada en radical, Bianca Capeletti Puyo, pretende erigirse en guardiana de la ética y la moral mientras reparte amenazas judiciales a periodistas. Con ínfulas de superioridad, ahora sueña con una candidatura en 2027 apadrinada aparentemente por Juan Carlos Amarilla, borrando de la memoria su pasado al lado de los Insfrán.
El discurso de Camilo Orrabalis es pura escenografía: hospitales sin médicos, pasillos llenos de pacientes que esperan horas, derivaciones sistemáticas a clínicas privadas socias del poder y un sistema que se sostiene en la propaganda más que en la atención real. El “Estado presente” que declama solo existe en las fotos y en los actos; en la vida cotidiana, el modelo formoseño es abandono sanitario con maquillaje electoral.
En Formosa, familias enteras denuncian intentos de homicidio y ataques incendiarios por militar fuera del oficialismo. La justicia se mueve lento, la policía mira hacia otro lado y el poder político guarda silencio. La impunidad no es casual: es el verdadero mensaje de un régimen que castiga con fuego a quienes se atreven a pensar distinto.
