
Los senadores gildistas, Mayans y González votaron por sueldos de más de 4 millones
“Así se mueve la casta. Los únicos 7 que votaron en contra son los senadores de La Libertad Avanza. El 2025 será paliza histórica”, escribió el presidente.
h1.entry-title { font-size: 48px; /* tamaño grande para el título */ color: darkred; text-align: center; /* opcional, centra el título */ }

“Así se mueve la casta. Los únicos 7 que votaron en contra son los senadores de La Libertad Avanza. El 2025 será paliza histórica”, escribió el presidente.

Como en cada año con elecciones, serán ocho las provincias que este 2023 elijan a sus tres representantes en la Cámara alta, de modo que el próximo 10 de diciembre se renovará un tercio del Senado.

De un ranking generado desde fuentes del propio senado, la Cámara tiene 72 senadores con un total de 1448 empleados sostenidos por los recursos públicos.

El juez federal Pablo Morán volvió a ponerse del lado del poder: bloqueó la presencia de la Dirección Nacional Electoral y habilitó a militantes gildistas para “controlar” los comicios. En Formosa, la Justicia ya no vela por la transparencia: la custodia del voto quedó en manos del régimen.

Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.

Con un aumento del gasto público del 37,9% —el más alto del país—, Formosa vuelve a mostrar que su economía depende casi por completo del Estado. Detrás del récord se esconde un modelo político que confunde expansión con progreso y gasto con desarrollo, mientras la pobreza y el atraso estructural siguen intactos.

Mientras los bancos celebran la baja de tasas, un empleado formoseño necesitaría quintuplicar su salario para que un banco siquiera considere su solicitud. La "reactivación" es solo para quienes ya están del lado adentro de la verja.

La estadística como cortina de humo: Mientras se promociona una tarifa eléctrica baja como "logro social", se oculta que el 90% de los formoseños necesita subsidios crónicos para pagar un servicio básico. El relato oficial celebra la dependencia como si fuera un triunfo, silenciando tres décadas de estancamiento que condenan a la provincia a la asistencia perpetua. El verdadero costo no está en la factura de la luz, sino en la factura política de un sistema que produce pobres para luego exhibir su pobreza como mérito propio.