La intrasigencia de los candidatos opositores, cada uno con razones o excusas razonables, de continuar sin llegar a unificar una fórmula, echa por tierra la posibilidad de un triunfo, asegurando como contrapartida un octavo periodo del re reelecto gobernador.
Locales18/04/2023
leonardo fernández acosta
El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, anunció que desdoblará las elecciones de su provincia del calendario nacional y fijó la fecha para el próximo 25 de junio, tirando por tierra cualquier posibilidad de la oposicion de realizar internas entre los principales candidatos a gobernador, el diputado nacional, Fernando Carbajal y el empresario, Francisco Paoltroni.
La intrasigencia de ambos candidatos opositores, cada uno con razones o excusas razonables, de continuar sin llegar a unificar una fórmula, echa por tierra la posibilidad de un triunfo, asegurando como contrapartida un octavo periodo del re reelecto gobernador.
Insfrán administra el territorio desde 1995 y la medida es casi oficial. Sólo falta que publique el decreto oficial de convocatoria a comicios provinciales, en el que hasta ya estampó su firma. Las elecciones en Formosa serían el 25 de junio.
"Se nos informó que el señor gobernador ya firmó el decreto de la convocatoria a elecciones para gobernador, vicegobernador y diputados provinciales. Será el 25 de junio", dijo Mario Brignole, intendente de El Colorado, en declaraciones a medios locales a la salida de la reunión. Además, pondrá en juego intendencias y concejales.
En tanto, en las nacionales la provincia renovará sus bancas en el Senado nacional y elegirá tres nuevos diputados.
Así, Insfrán se suma a los gobernadores que, en busca de ganar en las urnas, toman distancia de la gestión de Alberto Fernández. Aunque aún falta la confirmación oficial, las PASO nacionales serán el 13 de agosto y las generales se realizarán el 22 de octubre.
Mientras Formosa intenta justificar un repunte “estacional” en pleno calor y atribuye el brote a falta de vacunas, el ministro correntino Ricardo Cardozo lo desmiente de plano: en su provincia no hay brote, no faltan dosis y el Covid casi no circula. El contraste deja al descubierto que el problema no es epidemiológico, sino narrativo.
El subjefe policial Rubén Mauri, quien habría sido designado sin carrera ni antecedentes y tras el retiro forzado de comisarios más antiguos, reapareció en la reunión del Norte Grande junto a Insfrán mientras en la provincia crecen el robo de motos, el narcomenudeo y la falta total de estadísticas de seguridad. Su presencia política expone, otra vez, que en Formosa la Policía responde más al poder que a la ciudadanía.
Hay una diferencia abismal entre la protesta legítima y la intimidación mafiosa. Entre el reclamo con argumentos y la imposición por la fuerza. Lo que hemos presenciado en las puertas del Concejo Deliberante con el acoso al concejal Evans es el triste espectáculo de quienes, queriendo aparentar ser actores sociales, no pueden disimular su esencia de patota.
Mientras crecen los actos de vandalismo, las picadas nocturnas y la ausencia policial, los vecinos hablan de una “zona liberada” en la única ciudad que gobierna la oposición. Todo ocurre en un contexto donde el gildismo ve a Atilio Basualdo como una amenaza real para la sucesión provincial y estaría dispuesto a dejar que Las Lomitas se deteriore antes que permitirle consolidar poder.
En una de las fronteras más calientes del país, el gildismo impulsa a una magistrada sin trayectoria mientras la diputada Gabriela Neme expone una red estatal que habría quitado niños a familias pobres, encubierto abusos y manipulado expedientes.
Entre sorpresas fingidas y comparaciones forzadas, Zabala volvió a confirmar que en Formosa la Fiscalía de Estado funciona menos como un órgano de control que como una oficina jurídica del patrón de siempre: Gildo Insfrán.
Entre sorpresas fingidas y comparaciones forzadas, Zabala volvió a confirmar que en Formosa la Fiscalía de Estado funciona menos como un órgano de control que como una oficina jurídica del patrón de siempre: Gildo Insfrán.
Mientras crecen los actos de vandalismo, las picadas nocturnas y la ausencia policial, los vecinos hablan de una “zona liberada” en la única ciudad que gobierna la oposición. Todo ocurre en un contexto donde el gildismo ve a Atilio Basualdo como una amenaza real para la sucesión provincial y estaría dispuesto a dejar que Las Lomitas se deteriore antes que permitirle consolidar poder.
Hay una diferencia abismal entre la protesta legítima y la intimidación mafiosa. Entre el reclamo con argumentos y la imposición por la fuerza. Lo que hemos presenciado en las puertas del Concejo Deliberante con el acoso al concejal Evans es el triste espectáculo de quienes, queriendo aparentar ser actores sociales, no pueden disimular su esencia de patota.
El subjefe policial Rubén Mauri, quien habría sido designado sin carrera ni antecedentes y tras el retiro forzado de comisarios más antiguos, reapareció en la reunión del Norte Grande junto a Insfrán mientras en la provincia crecen el robo de motos, el narcomenudeo y la falta total de estadísticas de seguridad. Su presencia política expone, otra vez, que en Formosa la Policía responde más al poder que a la ciudadanía.
Mientras Formosa intenta justificar un repunte “estacional” en pleno calor y atribuye el brote a falta de vacunas, el ministro correntino Ricardo Cardozo lo desmiente de plano: en su provincia no hay brote, no faltan dosis y el Covid casi no circula. El contraste deja al descubierto que el problema no es epidemiológico, sino narrativo.
