
Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.
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Los altos niveles de informalidad en el país van a contramano del programa compre sin IVA, según un informe presentado por Havas Media Group sobre consumo, el efectivo es el principal medio de pago en Argentina, usado por el 42% de la población, en supermercados.
Locales19/10/2023
leonardo fernández acosta
Con el objetivo de darle alivio al bolsillo, el Gobierno lanzó el mes pasado el programa Compre Sin IVA, que permite que los ciudadanos puedan acceder a la devolución del IVA en sus compras realizadas con tarjetas de débito en productos de la canasta básica que son afectados por esa alícuota. Sin embargo, los altos niveles de informalidad en el país van a contramano de esta propuesta porque, según un informe presentado por Havas Media Group sobre consumo, el efectivo es el principal medio de pago en Argentina, usado por el 42% de la población, en supermercados.
El estudio releva que en segundo lugar se usa el débito (32%), mientras que en tercer puesto aparece el crédito (13%) y por último las aplicaciones de celulares (11%). Entre las provincias del país con mayor uso de efectivo como método de pago aparecen Formosa (71%), Santiago del Estero (64%) y Misiones (57%). Por el contrario, las jurisdicciones donde se usa más débito son Tierra del Fuego (55%), Santa Cruz (53%) y Córdoba (48%).
En cuanto al género y las edades, el 44% de los que usan efectivo son varones y el 40% mujeres; el 55% de ambos grupos tiene entre 20 y 29 años y el 60% corresponde a un nivel socioeconómico bajo. Respecto a quienes utilizan débito, el 35% son mujeres, el 34% hombres y la mayoría, el 40%, tiene entre 45 y 69 años. El 46% de este grupo tiene ingresos altos.

Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.

Mientras nuestros chicos mueren, sufren o callan, el Estado responde con silencio y la sociedad mira para otro lado. En Formosa, la tragedia infantil ya no conmueve: apenas ocupa un renglón entre las estadísticas.

El juez federal Pablo Morán volvió a ponerse del lado del poder: bloqueó la presencia de la Dirección Nacional Electoral y habilitó a militantes gildistas para “controlar” los comicios. En Formosa, la Justicia ya no vela por la transparencia: la custodia del voto quedó en manos del régimen.

Mientras el país muestra una recuperación en sus exportaciones, el nordeste argentino continúa rezagado y Formosa directamente se hunde en el atraso estructural. En los primeros nueve meses de 2025, la provincia apenas generó 36 millones de dólares en ventas externas, casi todas en productos primarios. Un modelo que presume “autonomía” pero ni siquiera produce para vender más allá de su frontera.

El rector de la Universidad Provincial de Laguna Blanca, Adrián Muracciolle, volvió a poner la academia al servicio del aparato. Con su consultora Politiké, fabrica estadísticas a medida del poder para mostrar una Formosa que solo existe en los gráficos oficiales: la del empleo que crece, el Estado que adelgaza y un modelo que se vende como milagro mientras el resto del país se hunde en la realidad.

Desde los fondos oscuros del Cártel de los Soles en Venezuela, pasando por el fideicomiso binacional Argentina–Venezuela y los canales del BANDES y el Banco Nación, hasta aterrizar en Formosa Alimenta, la empresa estatal del gobernador Gildo Insfrán: una red que mezcla política, narcotráfico y poder feudal en el norte argentino.

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