La información a la cual pudo acceder este portal es que el funcionario del Poder Ejecutivo se encontraría cursando la enfermedad desde hace varios días pero hace solo dos días la confirmaron por medio de un test positivo.
Locales14/05/2021
leonardo fernández acosta
El Ministro de Educación, Alberto Zorrila, dio positivo a COVID 19 hace un par de días y se transforma en el primer ministro del gabinete del Poder Ejecutivo en contraer la enfermedad pero sin que trascendiera donde se encuentra cursando la enfermedad.
En los últimos días situaciones violentas respecto de los traslados de casos positivos, inclusive con ordenes de allanamientos y roturas de puertas en casas de familia pusieron de relieve que no todas las personas van los centros de aislamiento si les correspondiere o han sido hospitalizados.
Funcionarios o sus familiares asintomáticos o son síntomas leves cursan el aislamiento y la enfermedad en sus domicilios por lo que la mirada se pone en lo riguroso de las medidas para el común de los ciudadanos con una alta exposición por parte del propio gobierno y el Consejo de Atención a la Emergencia y un silencio abrumador cuando los positivos involucran a ministros como en este caso o personal en oficinas públicas.
Otro papelón libertario: mientras reparten discursos sobre la "libertad", usan fotos ajenas sin permiso y fabrican apoyos donde no los hay. El candidato Gripaldi quiso sumar a un empresario que ni lo deja entrar a su negocio.
La Policía de Formosa volvió a actuar como sabe: con opacidad, despliegue excesivo y nulo respeto por la transparencia. Mientras intenta descalificar al periodismo que investiga, se hunde en un descrédito irreversible, marcado por el historial de causas fraguadas, testigos falsos y operativos turbios. Nada en su versión oficial resiste el menor análisis. Y ya nadie les cree una sola palabra.
A tres años del intento de copamiento institucional en la UNaF, los responsables siguen impunes, dictando cátedra sobre valores que traicionaron. La universidad debe elegir: o activa su memoria y defiende su autonomía, o se resigna a ser un apéndice más del poder político.
Ocupó cargos, pidió favores, posó con los jefes del régimen. Hoy se presenta como opositora, niega su pasado y amenaza a periodistas que lo recuerdan. No cambió de ideas: cambió de estrategia. Y cuando se le agotan los argumentos, recurre a lo que mejor aprendió del modelo que ahora critica: el apriete.
Mientras la localidad enfrenta índices alarmantes de pobreza, falta de infraestructura y abandono sanitario, su intendente Adolfo Pérez promete “voto cautivo” para Gildo Insfrán y asegura que en Pozo del Mazo “todos viven dignamente”. El manual del servilismo institucional, en su versión más grotesca.
Ampollas de fentanilo incautadas en Formosa: una droga 100 veces más potente que la morfina, cruzando la frontera en una encomienda
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La jueza Sánchez se descompensó, pero lo que se activó no fue un protocolo sanitario, sino la maquinaria del miedo: patrullas, forenses, silencio oficial y amenazas a periodistas que hicieron su trabajo.
Mientras una jueza permanece internada y la Justicia guarda silencio, el ministro Jorge González y el diputado Hugo “Carlín” Insfrán se exhiben sonrientes en redes sociales, musicalizados con humor negro. La foto, lejos de transmitir alegría, confirma la insensibilidad y el blindaje de una casta política que se burla del pueblo y de sus propios excesos.
