
En Formosa 4 de cada 10 jóvenes que trabajan lo hacen en la informalidad
En Argentina 1,1 millones de jóvenes de entre 18 a 24 años que acceden a un empleo en relación de dependencia, lo hacen en condiciones de informalidad.
En Argentina 1,1 millones de jóvenes de entre 18 a 24 años que acceden a un empleo en relación de dependencia, lo hacen en condiciones de informalidad.
En Formosa, los fantasmas no se exorcizan: se reincorporan al gabinete, donde robar no es pecado si el jefe te perdona, y en el feudo, el perdón vale más que la justicia. Décima volvió. La impunidad, en realidad, nunca se fue. Nada desaparece en Formosa... salvo los millones. En el reino de Insfrán, los cadáveres políticos vuelven a gobernar. Dicen que nadie vuelve del más allá. Salvo en Formosa, donde los muertos roban y regresan.
Mientras en las escuelas se canoniza la bandera entre lágrimas, marchas y promedios, en el escenario político basta con unas zapatillas desatadas para pisotear todo el ceremonial del mérito y la patria. Y pensar que hay chicos que lloran al cantar el “Alta en el cielo” como si estuvieran invocando a la mismísima Virgen de la Pureza Patriótica
El gildismo no necesita hacer campaña: los libertarios y los “outsiders” le hacen el trabajo sucio con cada berrinche, cada sigla y cada candidatura sin destino. Fragmentados, inútiles y ensimismados, los supuestos adversarios de Insfrán vuelven a demostrar que prefieren perder solos antes que construir algo juntos.
Nuevamente, Adrián Muraciole, el rector de la UPLG lo hizo y salió a "cacarear" sobre las estadísticas que muestran a una provincia en donde la igualdad garantiza pobreza para todos. Resaltó el coeficiente de Gini bajo como también la dignidad, ya que no solo marca que la escasez está bien distribuida sino que en Formosa están todos igual de hundidos.
El gobierno festeja cifras que no cuadran: Formosa supera a CABA en lectoescritura pese a su pobreza estructural. Cambios arbitrarios en la evaluación, omisión de datos clave y un silencio cómplice ante lo evidente. ¿Diagnóstico educativo o propaganda barata del gildismo?