
Agredieron al periodista Luis Gasulla mientras realizaba una cobertura en Formosa
El enviado especial de Noticias Argentinas y Radio Rivadavia recibió un piedrazo mientras hacía un informe sobre Gildo Insfrán, a horas de las elecciones provinciales.
El enviado especial de Noticias Argentinas y Radio Rivadavia recibió un piedrazo mientras hacía un informe sobre Gildo Insfrán, a horas de las elecciones provinciales.
"Formosa quiere un cambio, este ciclo de 27 años está agotado, es posible algo distinto, y le digo al gobierno provincial que no importa cuántos punteros nos manden para gritar e insultar en las recorridas, no las vamos a dejar de hacer”, advirtió Vidal.
La caja chica de Vialidad vuelve a abrirse con moño azul. Mientras Javier Milei brama en conferencias sobre la “casta política”, en Formosa su partido pacta con lo más rancio del aparato feudal. La salida forzada del ingeniero Víctor Padilla de la jefatura de Vialidad Nacional es un caso paradigmático: se va un funcionario que mantuvo operativa la estructura vial con escasos recursos y entra Hernán Ramis, un cuadro del gildismo reciclado por la vía rápida de la impunidad.
Ampollas de fentanilo incautadas en Formosa: una droga 100 veces más potente que la morfina, cruzando la frontera en una encomienda
Mientras la localidad enfrenta índices alarmantes de pobreza, falta de infraestructura y abandono sanitario, su intendente Adolfo Pérez promete “voto cautivo” para Gildo Insfrán y asegura que en Pozo del Mazo “todos viven dignamente”. El manual del servilismo institucional, en su versión más grotesca.
El intendente Mario Brignole juega al macho montado con rebenque en mano para amedrentar a la oposición, pero tiembla de miedo cuando el Ejército anuncia maniobras en su camping. Gaucho para agredir mujeres, pero cobarde cuando no controla los uniformes. La síntesis perfecta del modelo formoseño: bravuconería para los débiles, sumisión ante el poder real.
Los trasladan como ganado, pero les prometen libertad. Viajan en un camión volcador hacia un acto político, creyendo que participan de la democracia, cuando en realidad son piezas de un sistema perverso que los condena, una y otra vez, a votar por quienes los mantienen pobres, dependientes y callados. No es una movilización: es una humillación institucionalizada.