
Si bien las fuentes pidieron reserva, las encuestas de intención de votos muestran un virtual empate para el cargo a primer senador por Juntos por el cambio en las internas. Esto puede variar por los hechos de violencia.
Mientras Corrientes inaugura un puerto para exportar al mundo, Formosa entrega móviles policiales que se usan para proteger patotas oficialistas. En toda la campaña, Insfrán no inauguró un solo emprendimiento productivo que favorezca al sector privado.
Con una Justicia subordinada, una Policía que custodia comicios como si fueran propiedad del PJ, y una ley de lemas que garantiza la eternidad del poder, Formosa volvió a simular una elección mientras se perpetúa el régimen de Gildo Insfrán. El aparato oficialista arrasó en todos los niveles, convencionales, diputados y concejales, en un esquema que vacía de contenido la democracia y provoca, incluso entre constitucionalistas, el debate sobre una posible intervención federal. En esta provincia no se vota: se ratifica el sometimiento.
Guillermo Francos blanqueó lo que ya se sabía: el gobierno de Milei no piensa hacer nada ante el régimen de Gildo Insfrán. Como antes con Alberto Fernández, la república termina en el Bermejo.
Mientras Gildo Insfrán se asegura el control de la DNV en Formosa con aval libertario, un juez federal funcional al poder y un defensor del Pueblo ausente en décadas de corrupción salen ahora a "defender lo público". Todo ocurre en la misma ruta que llevó a Cristina Kirchner a ser condenada en la causa Vialidad. Y, paradójicamente, Milei, que prometió terminar con estas cajas negras, ya anunció que cerrará la DNV junto a otros organismos infectados por la corrupción.
Mientras Ricardo Cabrera se retira con todos los honores del Superior Tribunal de Justicia de Formosa, su exsocio Marcelo D'Alessio es condenado por integrar una red de espionaje, extorsión y lavado de dinero. Una historia de vínculos, privilegios y negocios turbios que la Justicia nunca quiso investigar.