
El fallo de la Corte Suprema que inhabilitó a Sergio Uñac anticipa su postura en contra de las reelecciones indefinidas. La Corte estudia la impugnación de Gildo Insfrán, que aspira a su 8vo mandato consecutivo en Formosa.
El fallo de la Corte Suprema que inhabilitó a Sergio Uñac anticipa su postura en contra de las reelecciones indefinidas. La Corte estudia la impugnación de Gildo Insfrán, que aspira a su 8vo mandato consecutivo en Formosa.
Para que la oposición pueda materializar la presentación en la justicia electoral, primero el séptuple gobernador debe oficializarse como candidato a un octavo mandato.
El gobernador de Formosa, viajo en el avión de la provincia hasta Resistencia, donde viajó en otro avión hacia La Rioja con el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich.
Ocupó cargos, pidió favores, posó con los jefes del régimen. Hoy se presenta como opositora, niega su pasado y amenaza a periodistas que lo recuerdan. No cambió de ideas: cambió de estrategia. Y cuando se le agotan los argumentos, recurre a lo que mejor aprendió del modelo que ahora critica: el apriete.
La Policía de Formosa volvió a actuar como sabe: con opacidad, despliegue excesivo y nulo respeto por la transparencia. Mientras intenta descalificar al periodismo que investiga, se hunde en un descrédito irreversible, marcado por el historial de causas fraguadas, testigos falsos y operativos turbios. Nada en su versión oficial resiste el menor análisis. Y ya nadie les cree una sola palabra.
La impunidad se quedará sin fueros: la Corte Suprema confirmará la condena a Cristina Kirchner por corrupción y allanará el camino a su detención. Se acabaron los discursos, las operaciones y el blindaje político. El final del relato ya no es épico: es judicial.
En un reino donde el poder se protege más que la vida, una mujer noble se atrevió a sobrevivir a los golpes del hermano del rey. Lo enfrentó, lo hirió, y por eso fue desterrada y declarada loca. Todos lo supieron, pero nadie habló: en este Reino, la verdad es más peligrosa que el crimen.
Mientras el poder político entierra los hechos en silencio y encubre a los suyos con maniobras institucionales, gran parte del periodismo local elige callar o maquillar la realidad. Así, muchos periodistas han preferido disfrazar su autocensura bajo el ropaje de la “responsabilidad profesional” o la moderación “frente al micrófono”, cuando en realidad lo único que protegen es la continuidad de los fondos que los mantienen a flote.