La fiscal N° 3, Dra . Cinthia Andrea Vitti, fue nombrada hace poco más de tres meses por la legislatura con la negativa de la oposición por ser afiliada al PJ. En esta denuncia por abuso sexual contra un concejal del PJ, se ve cual es su "verdadera" función.
Locales15/06/2023
leonardo fernández acosta
La fiscal N° 3, Dra . Cinthia Andrea Vitti, fue nombrada hace poco más de tres meses por la legislatura con la negativa de la oposición por ser afiliada al PJ. En esta denuncia por abuso sexual contra un concejal del PJ, queda expuesta cual es su "verdadera" función.
El concejal capitalino del justicialismo, Marcelo Sosa, fue denunciado por su ex pareja ante el Ministerio Público Fiscal por los presuntos delitos de violencia de género, abuso sexual y amenazas. La presentación se realizó en mayo por hechos que habrían ocurrido hace unos meses atrás. La denunciante aún no cuenta con protección y al acusado, tampoco se lo ha imputado formalmente.
El abogado patrocinante de Cinthia Aguirre, Sergio Urbieta, informó que la denuncia contra el concejal Marcelo Sosa por los presuntos delitos de violencia de género, abuso sexual y amenazas fue presentada por la denunciante hace un mes atrás ante el Ministerio Público Fiscal de la Provincia, con actuación de la Fiscalía N° 3 en primera instancia.
"La persona denunciada todavía no está imputada en la causa siendo que fue individualizada por la víctima con aporte de elementos probatorios. La Fiscalía N° 3 tuvo un mes para evaluar la presentación y los presuntos delitos para solicitar el requerimiento de instrucción al juzgado, que todavía no ordenó ninguna medida de protección a la ex pareja de Sosa", precisó el letrado.
El abogado cuestionó el criterio de la Fiscalía por no imputar ante un presunto caso de violencia de género y amenazas y pidió que se informe los motivos de la demora y los argumentos legales y jurídicos.
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La Policía de Formosa no solo expulsó a los empujones a un joven disfrazado de león: ahora intenta convertir una caída actuada en una supuesta agresión. El insólito intento de imputarlo revela una maquinaria estatal dispuesta a validar un relato inventado para justificar otra supuesta causa armada.
El caso Xiomara dio un giro oscuro: la familia, que marchaba y reclamaba, ahora guarda un silencio abrupto y absoluto. Un silencio que no parece voluntario, sino impuesto por un poder que prefiere que nadie pregunte Un sistema diseñado para no incomodar a los dueños del modelo.
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