Nuevamente los abuelos jubilados y los agentes activos volvieron a aglomerarse en el primer día hábil desde que se inició el pago de sueldos y todo fue un caos.
Locales29/06/2021
leonardo fernández acosta
Este martes desde la madrugada, había empleados de la planta activa de la provincia esperando poder sacar su sueldo en efectivo de las sucursales del Banco Formosa S.A. De la misma manera, jubilados o abuelos de los cuales muchos optan también por sacar el efectivo del banco debido a la desconfianza que tienen en el agente financiero del gobierno.
Todos ellos se agolparon en casi todas las sucursales pero la situada sobre la calle Mitre, fue un caos con las personas esperando desde la madrugada con temperaturas que oscilaban entre los 3 y 7 grados de temperatura por lo que alguno de ellos se descompensaron y fueron asistidos.
La policía más preocupada por el distanciamiento social y por no quedar mal con sus superiores, dispuso un ordenamiento respecto del distanciamiento por lo que las filas llegaron a más de 500 metros. Pero la situación derivó ante la falta de preparación de los uniformados en un maltrato de los abuelos que se quejaron airosamente: "Nos tratan como a presos" dijeron.
La cuestión se prolongó pasado hasta cerca de mediodía y todavía quedaban filas de personas tratando de cobrar sus haberes que tiene otro componente, la mala agenda del gobierno de la provincia, que liquida los haberes en días como sábado, domingo y el feriado del lunes por lo que la gente no puede concurrir al banco para realizar operaciones.
Es un hecho que la gente desconfía de los descuentos que se realizan en la banca electrónica y que se han dado de manera ilegal en muchas oportunidades, por ejemplo cuando descontaron cuotas de préstamo y el mínimo de las tarjetas de crédito, mucho antes de sus vencimientos.
A pesar de que se trata de un problema de larga data, con pandemia o sin ella, nunca ha sido resuelto: ni el tratar a las personas (sobre todo a los abuelos) como si fueran animales, ni los descuentos de fondos depositados en cuentas sueldos por parte del único agente financiero que liquida los haberes de miles de formoseños.
Este problema se ha planteado en infinidad de oportunidades ante el Ministro de Economía, Jorge Ibáñez pero entre este funcionario y el Banco Formosa S.A., como sucede con muchos funcionarios de gobierno hay intereses en común: la hija del ministro forma parte del directorio del banco.
La bronca dejó de ser un rumor para convertirse en un grito. En todo el país se repite la misma frase: “Soy peronista, no ciego”. Mientras el pueblo se cansa de los privilegios eternos, en Formosa Insfrán sigue reinando con el voto cautivo de un pueblo que todavía no se anima a romper sus cadenas.
En Formosa, la propiedad privada es una ficción sostenida por el poder. Una viuda de 79 años fue despojada de su casa familiar por una funcionaria ligada al gildismo. El caso involucra al periodista oficialista Hugo Soto, que esta vez probó en carne propia cómo el modelo también devora a los suyos.
Aunque el changuito formoseño figura entre los más baratos del país, el bolsillo local es uno de los más castigados. Los precios bajos no reflejan alivio, sino salarios miserables y una economía paralizada por la dependencia estatal. En Formosa, la inflación se disfraza de estabilidad mientras el consumo se hunde en el silencio del miedo y la pobreza estructural.
El acto de La Libertad Avanza en el Movistar Arena mostró la cara más contradictoria del oficialismo: militantes acarreados, exgildistas reciclados y un presidente más concentrado en su show que en reconstruir alianzas y confianza.
En el aniversario del ataque al Regimiento de Monte 29, la vicepresidenta Victoria Villarruel eligió compartir escenario con Gildo Insfrán y José Mayans. En lugar de homenajear a los caídos, el acto terminó convertido en una puesta política donde el llamado a la “unidad nacional” sonó más como un gesto de complacencia hacia el poder provincial que como un mensaje de reconciliación.
Un "estudio" milagroso revela que en Formosa los salarios ganaron a la inflación y la pobreza se redujo mágicamente. El truco: comparar lo incomparable, omitir lo inconveniente y bendecir las cifras hasta que confiesen lo que el poder quiere oír. Muracciole, rector y mago: donde la economía falla, su varita estadística trabaja. En sus aulas se enseña que dos más dos son lo que el gobierno necesite que sean
La renuncia forzada de José Luis Espert sacudió al gobierno de Javier Milei y dejó un sabor amargo entre quienes alguna vez vieron en él una referencia liberal genuina. En Formosa, donde su voz había despertado entusiasmo en tiempos de censura política, su derrumbe simboliza el final de una ilusión y la confirmación de que el proyecto libertario perdió su rumbo moral.
El acto de La Libertad Avanza en el Movistar Arena mostró la cara más contradictoria del oficialismo: militantes acarreados, exgildistas reciclados y un presidente más concentrado en su show que en reconstruir alianzas y confianza.
Aunque el changuito formoseño figura entre los más baratos del país, el bolsillo local es uno de los más castigados. Los precios bajos no reflejan alivio, sino salarios miserables y una economía paralizada por la dependencia estatal. En Formosa, la inflación se disfraza de estabilidad mientras el consumo se hunde en el silencio del miedo y la pobreza estructural.
En Formosa, la propiedad privada es una ficción sostenida por el poder. Una viuda de 79 años fue despojada de su casa familiar por una funcionaria ligada al gildismo. El caso involucra al periodista oficialista Hugo Soto, que esta vez probó en carne propia cómo el modelo también devora a los suyos.
La bronca dejó de ser un rumor para convertirse en un grito. En todo el país se repite la misma frase: “Soy peronista, no ciego”. Mientras el pueblo se cansa de los privilegios eternos, en Formosa Insfrán sigue reinando con el voto cautivo de un pueblo que todavía no se anima a romper sus cadenas.
