
El barro, el gran opositor que sepultó la escenografía del modelo formoseño
La única obra inaugurada fue el lodazal. La épica del modelo formoseño quedó enterrada en el barro, junto con la logística oficial.
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La única obra inaugurada fue el lodazal. La épica del modelo formoseño quedó enterrada en el barro, junto con la logística oficial.

El conductor de un automóvil quedó supeditado a la causa, en infracción a la Ley 19.359.

"Lo que más duele es que el estado trate de minimizar o ataque a los que los ponen en evidencia como los opositores o la iglesia y ver en contrasentido que el intendente de Pozo del Tigre, está promocionando un carnaval lo cual es una falta de respeto a la necesidad de un pueblo" dijo la legisladora.

En una acción repudiable, pasible de una denuncia, al menos dos intendentes del interior de la provincia de Formosa, habrían impedido que camiones que no sean del municipio o del gobierno provincial, carguen agua en las plantas potabilizadoras para distribuir a la gente.

Es una postal constante la de cisternas arrastradas por tractores o camiones para la distribución de agua debido a la falta de redes de distribución pero la sequía, la falta de previsión y obras, hacen que la falta del vital líquido constituya una emergencia humanitaria.

A la fecha, la provincia de Formosa registra 51.532 casos diagnosticados, 45.855 pacientes recuperados y 4728 casos activos.

Desde los fondos oscuros del Cártel de los Soles en Venezuela, pasando por el fideicomiso binacional Argentina–Venezuela y los canales del BANDES y el Banco Nación, hasta aterrizar en Formosa Alimenta, la empresa estatal del gobernador Gildo Insfrán: una red que mezcla política, narcotráfico y poder feudal en el norte argentino.

Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.

Mientras en el país se celebra el éxito del nuevo sistema de Boleta Única de Papel, en Formosa el oficialismo se aferra a la trampa más vieja del poder: la Ley de Lemas. Nuevo País presentó un proyecto para derogar ese mecanismo perverso que desvirtúa la voluntad popular, pero en la Legislatura gildista las iniciativas que buscan transparencia tienen siempre el mismo destino: el tacho de la basura.

Con un aumento del gasto público del 37,9% —el más alto del país—, Formosa vuelve a mostrar que su economía depende casi por completo del Estado. Detrás del récord se esconde un modelo político que confunde expansión con progreso y gasto con desarrollo, mientras la pobreza y el atraso estructural siguen intactos.

La estadística como cortina de humo: Mientras se promociona una tarifa eléctrica baja como "logro social", se oculta que el 90% de los formoseños necesita subsidios crónicos para pagar un servicio básico. El relato oficial celebra la dependencia como si fuera un triunfo, silenciando tres décadas de estancamiento que condenan a la provincia a la asistencia perpetua. El verdadero costo no está en la factura de la luz, sino en la factura política de un sistema que produce pobres para luego exhibir su pobreza como mérito propio.