
Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.
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El nuevo servicio presentado por la municipalidad de Formosa tiene todas las unidades sin el correspondiente permiso exigido por una ley nacional, peor aún tratándose de transporte público.
Locales21/12/2021
leonardo fernández acosta
Hace unos días comenzó a prestar servicios, el transporte Punto a Punto, que en general todavía no ha tenido la aceptación que se esperaba por la poca cantidad de gente que lo utilizó y porque todavía tiene una cobertura limitada respecto de los barrios que abarca.
Ninguna de las unidades que hoy está prestando el servicio contaría con la Revisión Técnica Obligatoria que curiosamente, la policía de la provincia, exige tan rigurosamente a los ciudadanos comunes
Este tipo de servicio, está pensado para ofrecer un servicio alternativo, más cómodo y más rápido pero además para romper con los recurrentes paros de la empresa Crucero del Sur, que cada tanto hace paros y deja a más de mil usuarios de a pie. Este tipo de servicios busca prestar un servicio mínimo, en el caso de que cualquiera de los gremios del transporte decida un paro sorpresivo.
Pero la novedad es que ninguna de las unidades que hoy está prestando el servicio contaría con la Revisión Técnica Obligatoria que curiosamente, la policía de la provincia, exige tan rigurosamente a los ciudadanos comunes y por cuyo trámite solo hay turnos para dentro de tres meses.
Tampoco tienen las patentes al día por lo cual, no podrían circular con permisos municipales.

El ex concejal, Fabián Olivera, publicó en su Facebook, la foto con patente de los vehículos que carecen de RTO y no están en condiciones (por no tener este requisito obligatorio) para prestar, nada menos que el servicio de transporte urbano.


Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.

Mientras nuestros chicos mueren, sufren o callan, el Estado responde con silencio y la sociedad mira para otro lado. En Formosa, la tragedia infantil ya no conmueve: apenas ocupa un renglón entre las estadísticas.

El juez federal Pablo Morán volvió a ponerse del lado del poder: bloqueó la presencia de la Dirección Nacional Electoral y habilitó a militantes gildistas para “controlar” los comicios. En Formosa, la Justicia ya no vela por la transparencia: la custodia del voto quedó en manos del régimen.

Mientras el país muestra una recuperación en sus exportaciones, el nordeste argentino continúa rezagado y Formosa directamente se hunde en el atraso estructural. En los primeros nueve meses de 2025, la provincia apenas generó 36 millones de dólares en ventas externas, casi todas en productos primarios. Un modelo que presume “autonomía” pero ni siquiera produce para vender más allá de su frontera.

El rector de la Universidad Provincial de Laguna Blanca, Adrián Muracciolle, volvió a poner la academia al servicio del aparato. Con su consultora Politiké, fabrica estadísticas a medida del poder para mostrar una Formosa que solo existe en los gráficos oficiales: la del empleo que crece, el Estado que adelgaza y un modelo que se vende como milagro mientras el resto del país se hunde en la realidad.

Desde los fondos oscuros del Cártel de los Soles en Venezuela, pasando por el fideicomiso binacional Argentina–Venezuela y los canales del BANDES y el Banco Nación, hasta aterrizar en Formosa Alimenta, la empresa estatal del gobernador Gildo Insfrán: una red que mezcla política, narcotráfico y poder feudal en el norte argentino.

Desde los fondos oscuros del Cártel de los Soles en Venezuela, pasando por el fideicomiso binacional Argentina–Venezuela y los canales del BANDES y el Banco Nación, hasta aterrizar en Formosa Alimenta, la empresa estatal del gobernador Gildo Insfrán: una red que mezcla política, narcotráfico y poder feudal en el norte argentino.

El rector de la Universidad Provincial de Laguna Blanca, Adrián Muracciolle, volvió a poner la academia al servicio del aparato. Con su consultora Politiké, fabrica estadísticas a medida del poder para mostrar una Formosa que solo existe en los gráficos oficiales: la del empleo que crece, el Estado que adelgaza y un modelo que se vende como milagro mientras el resto del país se hunde en la realidad.

El juez federal Pablo Morán volvió a ponerse del lado del poder: bloqueó la presencia de la Dirección Nacional Electoral y habilitó a militantes gildistas para “controlar” los comicios. En Formosa, la Justicia ya no vela por la transparencia: la custodia del voto quedó en manos del régimen.

Mientras nuestros chicos mueren, sufren o callan, el Estado responde con silencio y la sociedad mira para otro lado. En Formosa, la tragedia infantil ya no conmueve: apenas ocupa un renglón entre las estadísticas.

Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.