
Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.
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El que curse el 2022 aún si adeuda todas las materias del curso que debía aprobar en el 2020 puede pasar pero además puede tener previas tres materias del curso al que asistió en el 2021 y otras tres materias que pudiera tener de años anteriores al 2020, es decir podrá cursar el 2022 con hasta 19 materias previas
Locales04/05/2022
leonardo fernández acosta
La secretaria Gremial de Docentes Autoconvocados , Nilda Beatriz Patiño manifestó su preocupación y rechazo a la Resolución N° 1953/22 del 02/05/2022 y dijo que: "Desde el Ministerio de Educación se pretende salvar situaciones de aprendizajes no obtenidos por los estudiantes en la pandemia, solo con sucesivas instancias de evaluación sin dar respuestas a la enseñanza debida. Una perinola con una sola opción, “Pasan Todos”.
Explicó además que se plantea “Un hagamos como que todo está bien y anotemos al joven para que curse el 2022 aún si adeuda todas las materias del curso que debía aprobar en el 2020. Pero además puede tener previas tres materias del curso al que asistió en el 2021 y otras tres materias que pudiera tener de años anteriores al 2020. O sea, podrá cursar el 2022 con hasta 19 materias previas, por ejemplo" asumió.
Patiño aseguró que: "Esa flexibilización que puede resultar simpática a padres y estudiantes es doblemente dañina; pues perjudica al que acumula materias previas dado que solo le brinda instancias de avaluación (mesas examinadoras) y no espacios de apoyo, de recuperación con clases presenciales y docentes titulados en las materias adeudadas o previas. También perjudica a quienes no adeudan materias y están cursando pues le sacaran sus docentes para las mesas examinadoras (seguramente varias); a fin de lograr la aprobación por insistencia, y mientras se lo examina, obviamente, tampoco cursa".
Finalmente reflexionó que: " Reconocemos los efectos de la pandemia en el aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes; pero no creemos ni compartimos esta política del “Angá Pobrecito pero necesitamos la presencia del Estado brindando clases de apoyo con excelencia académica, previo al examen, y reconociendo, promoviendo, alentando el desarrollo cognitivo de nuestros/as estudiantes. Jamás avalaremos las políticas efectistas de números estadísticos sin las políticas de verdadera contención y desarrollo de las potencialidades. Nuestros/as estudiantes merecen respeto, consideración y trato digno. Frente a esto llamamos a la comunidad a analizar la resolución, opinar y exigir la inversión educativa que hace falta como la decisión política necesaria para sortear este momento sin cometer un genocidio educativo", cerró Nilda Beatriz Patiño

Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.

Mientras nuestros chicos mueren, sufren o callan, el Estado responde con silencio y la sociedad mira para otro lado. En Formosa, la tragedia infantil ya no conmueve: apenas ocupa un renglón entre las estadísticas.

El juez federal Pablo Morán volvió a ponerse del lado del poder: bloqueó la presencia de la Dirección Nacional Electoral y habilitó a militantes gildistas para “controlar” los comicios. En Formosa, la Justicia ya no vela por la transparencia: la custodia del voto quedó en manos del régimen.

Mientras el país muestra una recuperación en sus exportaciones, el nordeste argentino continúa rezagado y Formosa directamente se hunde en el atraso estructural. En los primeros nueve meses de 2025, la provincia apenas generó 36 millones de dólares en ventas externas, casi todas en productos primarios. Un modelo que presume “autonomía” pero ni siquiera produce para vender más allá de su frontera.

El rector de la Universidad Provincial de Laguna Blanca, Adrián Muracciolle, volvió a poner la academia al servicio del aparato. Con su consultora Politiké, fabrica estadísticas a medida del poder para mostrar una Formosa que solo existe en los gráficos oficiales: la del empleo que crece, el Estado que adelgaza y un modelo que se vende como milagro mientras el resto del país se hunde en la realidad.

Desde los fondos oscuros del Cártel de los Soles en Venezuela, pasando por el fideicomiso binacional Argentina–Venezuela y los canales del BANDES y el Banco Nación, hasta aterrizar en Formosa Alimenta, la empresa estatal del gobernador Gildo Insfrán: una red que mezcla política, narcotráfico y poder feudal en el norte argentino.

Desde los fondos oscuros del Cártel de los Soles en Venezuela, pasando por el fideicomiso binacional Argentina–Venezuela y los canales del BANDES y el Banco Nación, hasta aterrizar en Formosa Alimenta, la empresa estatal del gobernador Gildo Insfrán: una red que mezcla política, narcotráfico y poder feudal en el norte argentino.

Mientras el país muestra una recuperación en sus exportaciones, el nordeste argentino continúa rezagado y Formosa directamente se hunde en el atraso estructural. En los primeros nueve meses de 2025, la provincia apenas generó 36 millones de dólares en ventas externas, casi todas en productos primarios. Un modelo que presume “autonomía” pero ni siquiera produce para vender más allá de su frontera.

El juez federal Pablo Morán volvió a ponerse del lado del poder: bloqueó la presencia de la Dirección Nacional Electoral y habilitó a militantes gildistas para “controlar” los comicios. En Formosa, la Justicia ya no vela por la transparencia: la custodia del voto quedó en manos del régimen.

Mientras nuestros chicos mueren, sufren o callan, el Estado responde con silencio y la sociedad mira para otro lado. En Formosa, la tragedia infantil ya no conmueve: apenas ocupa un renglón entre las estadísticas.

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