
Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.
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Entre los alumnos de estrato socioeconómico alto, el 78,2% logra un buen desempeño en Lengua y el 74,5% en Matemática. En los estratos bajos, esas cifras descienden al 28,9% en Lengua y 31,9% en Matemática.
Locales21/06/2022
leonardo fernández acosta
La caída en los aprendizajes fue mayor para los estudiantes más pobres. Los resultados de la prueba Aprender 2021 permiten por primera vez una mirada sobre los niveles de desempeño de los estudiantes de primaria luego de la interrupción de clases presenciales en 2020 y 2021. En comparación con los datos previos, de 2018, los puntajes promedio disminuyeron tanto en Lengua como en Matemática y la brecha entre niveles socioeconómicos se amplió.
El análisis realizado por Argentinos por la Educación se basa en los resultados del operativo Aprender 2021 difundidos hoy por la Secretaría de Evaluación e Información Educativa del Ministerio de Educación de la Nación. El operativo Aprender 2021 evaluó a todos los estudiantes de 6° grado de primaria en Lengua y Matemática. La tasa total de respondientes fue de 82,3% (en 2018 había sido de 78,7% y en 2016, del 70,8%).
A nivel nacional, entre 2018 y 2021 el porcentaje de estudiantes de primaria con buenos resultados (satisfactorio y avanzado) en Lengua pasó de 75,3% a 56,0%: es decir que hubo una caída de casi 20 puntos porcentuales. Si se mira el puntaje promedio, la baja fue de 44 puntos absolutos. En Matemática, en tanto, se registró un retroceso de 2,6 puntos porcentuales: la cifra cayó de 57,4% a 54,8%. La caída en puntos absolutos fue de 12,4 puntos.
Los alumnos de estrato socioeconómico bajo tienen niveles de aprendizaje considerablemente menores. Los resultados nacionales muestran que, entre los alumnos de estrato socioeconómico alto, el 78,2% logra un buen desempeño en Lengua y el 74,5% en Matemática. En los estratos bajos, esas cifras descienden al 28,9% en Lengua y 31,9% en Matemática. En Lengua, el puntaje promedio entre 2018 y 2021 disminuyó en las tres categorías, aunque con mayor magnitud para el NSE bajo: cayó 44,7 puntos en el NSE alto (de 567,9 a 523,2); 40,0 puntos en el NSE medio (de 513,5 a 473,5); y 61,0 puntos en el NSE bajo (de 474,9 a 413,9).
Es decir que los alumnos de NSE medio en la post-pandemia hoy obtienen un puntaje inferior al que obtenían los de NSE más bajo antes del COVID 19. En Matemática la caída fue menor en cada categoría. Los datos de 2021 evidencian una brecha entre el rendimiento de alumnos de escuelas estatales y privadas: en las escuelas estatales, solo el 48,6% y 48,8% de los alumnos obtienen un puntaje alto en Lengua y Matemática; mientras que en escuelas privadas la proporción llega al 76,8% y 71,7% respectivamente.

Sin la Ley de Lemas, sin sobres y sin miedo suficiente, el reino de Insfrán mostró su verdadera desnudez: un poder sostenido por la pobreza y el silencio que empieza a resquebrajarse. La impunidad sigue, pero el mito se rompió.

Mientras nuestros chicos mueren, sufren o callan, el Estado responde con silencio y la sociedad mira para otro lado. En Formosa, la tragedia infantil ya no conmueve: apenas ocupa un renglón entre las estadísticas.

El juez federal Pablo Morán volvió a ponerse del lado del poder: bloqueó la presencia de la Dirección Nacional Electoral y habilitó a militantes gildistas para “controlar” los comicios. En Formosa, la Justicia ya no vela por la transparencia: la custodia del voto quedó en manos del régimen.

Mientras el país muestra una recuperación en sus exportaciones, el nordeste argentino continúa rezagado y Formosa directamente se hunde en el atraso estructural. En los primeros nueve meses de 2025, la provincia apenas generó 36 millones de dólares en ventas externas, casi todas en productos primarios. Un modelo que presume “autonomía” pero ni siquiera produce para vender más allá de su frontera.

El rector de la Universidad Provincial de Laguna Blanca, Adrián Muracciolle, volvió a poner la academia al servicio del aparato. Con su consultora Politiké, fabrica estadísticas a medida del poder para mostrar una Formosa que solo existe en los gráficos oficiales: la del empleo que crece, el Estado que adelgaza y un modelo que se vende como milagro mientras el resto del país se hunde en la realidad.

Desde los fondos oscuros del Cártel de los Soles en Venezuela, pasando por el fideicomiso binacional Argentina–Venezuela y los canales del BANDES y el Banco Nación, hasta aterrizar en Formosa Alimenta, la empresa estatal del gobernador Gildo Insfrán: una red que mezcla política, narcotráfico y poder feudal en el norte argentino.

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