Al igual que cuando designaron como Ministro de Educación al Ingeniero Agrónomo, Luis Basterra por sobre la hoy,S ubsecretaria de Educación, Analía Heizenreder, con mayor trayectoria y formación, además de su condición de mujer, hoy ocurre lo mismo con la Secretaría de Cultura.
Locales19/07/2022
leonardo fernández acosta
A través del Decreto Nº 184, con fecha 18 de julio, el gobernador Gildo Insfrán nombró a Jorge Manuel Santander en el cargo de subsecretario de Cultura, dependiente del Ministerio de Cultura y Educación de la provincia.
Nuevamente se da preeminencia en la designación de cargos en el Ministerio de Educación de la provincia a un hombre, sin considerar la trayectoria de funcionarias mujeres de trayectoria y de reconocida competencia en el sector donde se desempeñan.
Con el fallecimiento del Dr. Alberto Zorrilla, ex Ministro de Educación de la provincia, la sucesora por desempeño y capacidad, era la profesora, Analía Heizenreder pero al ser desplazado del cargo de Ministro de Agricultura de la Nación, el ingeniero agrónomo, Luis Basterra fue favorecido por el gobernador, Gildo Insfrán, en el cargo.
Basterra fue nombrado Ministro de Educación por sobre una funcionario con mayor mérito
No hubo consideraciones respecto de la competencia o el género para el nombramiento y Heizenreder fue nombrada Subsecretaria de Educación, como cargo consuelo porque tampoco crearon el cargo de vice ministra.
Lo mismo ocurre ahora con la Secretaría de Cultura, donde rescatan del ostracismo al polémico dirigente del PJ, Jorge Santander, famoso por insultar a la estrella de Boca Juniors, Carlos Tevez y lo nombran titular en esta dependencia.
Insfrán no tiene reparos en consagrar nuevamente a un hombre por sobre quien se perfilaba como la sucesora natural del ex Subsecretario, Fredy Jara, la directora de Acción Cultural de la Provincia, profesora Graciela Marechal.
Pero mucho se habla en el discurso de la paridad de género cuando en la realidad, todo está supeditado a la discrecionalidad del "dedo" del gobernador que trae nuevamente a un estado de gracia, al viejo locutor durante años exiliado de la política por el incidente "Tevez".
En el cajón han quedado las perspectivas de género y no solo eso, la capacidad de quienes se desempeñan desde hace años en el área.
En Formosa, familias enteras denuncian intentos de homicidio y ataques incendiarios por militar fuera del oficialismo. La justicia se mueve lento, la policía mira hacia otro lado y el poder político guarda silencio. La impunidad no es casual: es el verdadero mensaje de un régimen que castiga con fuego a quienes se atreven a pensar distinto.
El discurso de Camilo Orrabalis es pura escenografía: hospitales sin médicos, pasillos llenos de pacientes que esperan horas, derivaciones sistemáticas a clínicas privadas socias del poder y un sistema que se sostiene en la propaganda más que en la atención real. El “Estado presente” que declama solo existe en las fotos y en los actos; en la vida cotidiana, el modelo formoseño es abandono sanitario con maquillaje electoral.
La ex militante gildista reciclada en radical, Bianca Capeletti Puyo, pretende erigirse en guardiana de la ética y la moral mientras reparte amenazas judiciales a periodistas. Con ínfulas de superioridad, ahora sueña con una candidatura en 2027 apadrinada aparentemente por Juan Carlos Amarilla, borrando de la memoria su pasado al lado de los Insfrán.
Mientras la producción citrícola de Formosa ronda apenas las 14 a 19 mil toneladas anuales y está lejos de ser líder nacional, el diputado Ramiro Fernández Patri celebra un festival financiado con recursos públicos —con cachés millonarios para artistas nacionales como Nicki Nicole— como si fuese la prueba viva del “modelo productivo” de Gildo Insfrán.
La convencional Valeria Ruth Méndez defendió con entusiasmo las reformas al Poder Judicial en la nueva Constitución provincial. Paradójicamente, nunca ejerció como abogada ni litigó en los tribunales locales: es empleada del Poder Legislativo. El episodio expone el circo de una Convención donde la improvisación y la obediencia política reemplazaron a la experiencia real.
Una auditoría en la ANSES de Clorinda destapó un esquema de jubilaciones irregulares otorgadas a paraguayos, con domicilios falsos y servicios inexistentes. Más que un fraude administrativo, la maniobra muestra cómo el “modelo formoseño” convierte los beneficios sociales en una maquinaria para importar votos y sostener al poder.
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