El titular de la delegación en la provincia del organismo nacional, enfrenta un ataque organizado por gremios kirchneristas, la ex titular K del organismo vialero e inclusive la futura candidata sin funciones pero con ingresos de La Libertad Avanza, Patricia García, también empleada del municipio de Mansilla.
Locales19/01/2025
leonardo fernández acosta
Nuevamente en una movida conjunta del kirchnerismo, el gildismo y La Libertad Avanza, con el objetivo disfrazado de proteger a empleados que serán despedidos como en todo el país (se supone que un total de 14) lo que buscarían sería el desplazamiento del actual jefe de Vialidad Nacional Formosa, Ingeniero, Víctor Padilla.
Padilla asumió el cargo promovido por el sector del senador nacional, Francisco Paoltroni, pero debido a su trayectoria dentro del organismo logró ser el único funcionario con cargo jerárquico que todavía sigue sin que lo hayan echado, luego de que Paoltroni fuera expulsado de la Libertad Avanza.
El funcionario llevó adelante los correspondientes sumarios por irregularidades detectadas en el organismo, contra la ex titular de Vialidad Nacional, militante K y del gildismo, Ingeniera Elizabeth Ida De Ferrari, quien todavía sigue como empleada del organismo.
En el camino de deslindar responsabilidades el funcionario se habría encontrado con fuertes presiones para “cajonear” los sumarios de De Ferrari, por parte de nada menos que la operadora de La Libertad Avanza (funcionaria sin cartera) Patricia García, quien también habría tenido activo protagonismo en el desplazamiento de todos los funcionarios de LLA del sector de Paoltroni.
Patricia García (quien sería sobrina de “Cacho” García, diputado del gildismo y “Pombero” Rodríguez, echado de Tierras Fiscales) no tiene vinculación laboral registrada con el gobierno de Javier Milei pero sin embargo se moviliza en camionetas del PAMI, de la Gerencia de Empleo del Ministerio de Trabajo y viaja regularmente dos o tres veces por semana a Buenos Aires en Aerolíneas Argentinas.
Por otra parte figura en los registros como empleada de la municipalidad de Lucio V Mansilla, hasta el 2 de febrero de 2025 por lo que se supone que la operadora de LLA, mientras trabaja para Karina Milei, seguiría contratada por el municipio del intendente, Ángel Mirvel García, del gildismo. Algo que no sorprende en los funcionarios de Karina Milei en la provincia.
Pero retomando la cuestión de fondo, ahora al ataque de la operadora de la LLA, se suma el gremio kirchnerista, Sindicato Trabajadores Viales y Afines de la República Argentina (STVyARA) que con la excusa de evitar el despido de 14 empleados de Vialidad Nacional (entre ellos De Ferrari) buscan como objetivo primordial la impunidad de la ex titular de Vialidad Nacional que hasta podría llegar a afrontar causas penales por las irregularidades cometidas en su gestión.
La situación nuevamente expone la alianza entre el gildismo (De Ferrari) el kirchnerismo (el Sindicato) y La Libertad Avanza (Patricia García) para tratar de lograr una supuesta impunidad para ex funcionarios del gildismo que dicho sea de paso, siguen en funciones y no han sido investigados, ninguno de ellos.
La historia podría finalizar con el desplazamiento del ingeniero, Víctor Padilla, que si todavía no ocurre es porque al ser un funcionario de carrera dentro del organismo, tendría documentación suficiente no solo para implosionar Vialidad Nacional en Formosa, sino a La Libertad Avanza, con daños colaterales que llegarían al propio presidente Milei.
Mientras la localidad enfrenta índices alarmantes de pobreza, falta de infraestructura y abandono sanitario, su intendente Adolfo Pérez promete “voto cautivo” para Gildo Insfrán y asegura que en Pozo del Mazo “todos viven dignamente”. El manual del servilismo institucional, en su versión más grotesca.
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Licencias temporales vs. renuncias irrevocables: el Tribunal Electoral de Formosa debe zanjar si nueve candidatos a la Convención Constituyente pueden eludir la incompatibilidad constitucional sin dejar sus cargos actuales. El fallo, que se espera en los próximos días, no solo reconfigurará el mapa electoral sino que sentará un precedente histórico sobre los límites del poder en los procesos de reforma institucional.
Prometieron dinamitar la casta, pero terminaron ampliando la mansión. Gerardo González y Patricia García convirtieron a La Libertad Avanza en un sublema más del gildismo. Los organismos nacionales son botines, los cargos favores y la oposición funcional, mezquina y dividida. Una estafa con firma digital y bendición del quinto piso. Probablemente las elecciones del 29 nos muestren otra forma de perversión política ya que LLA, que vino con el fenómeno violeta de Milei, se disfrazó de alternativa, pero no eran sino una sucursal del saqueo: no vinieron a cambiar el sistema, vinieron a turnarse en el botín. LLA una franquicia del gildismo.
La democracia interna del Partido Justicialista formoseño volvió a brillar por su ausencia. En el Congreso del PJ celebrado en el estadio Centenario, se presentó la lista de candidatos a convencionales constituyentes y diputados provinciales con los mismos nombres de siempre, reciclados en una eterna rosca que huele más a trampa legal que a voluntad popular
La caja chica de Vialidad vuelve a abrirse con moño azul. Mientras Javier Milei brama en conferencias sobre la “casta política”, en Formosa su partido pacta con lo más rancio del aparato feudal. La salida forzada del ingeniero Víctor Padilla de la jefatura de Vialidad Nacional es un caso paradigmático: se va un funcionario que mantuvo operativa la estructura vial con escasos recursos y entra Hernán Ramis, un cuadro del gildismo reciclado por la vía rápida de la impunidad.
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El intendente Mario Brignole juega al macho montado con rebenque en mano para amedrentar a la oposición, pero tiembla de miedo cuando el Ejército anuncia maniobras en su camping. Gaucho para agredir mujeres, pero cobarde cuando no controla los uniformes. La síntesis perfecta del modelo formoseño: bravuconería para los débiles, sumisión ante el poder real.
Los trasladan como ganado, pero les prometen libertad. Viajan en un camión volcador hacia un acto político, creyendo que participan de la democracia, cuando en realidad son piezas de un sistema perverso que los condena, una y otra vez, a votar por quienes los mantienen pobres, dependientes y callados. No es una movilización: es una humillación institucionalizada.
